ATLANTA, Ga. (Ivanhoe Newswire) — Le enseñamos a nuestros hijos el abecedario y a contar, ¿pero podemos estar enseñándoles prejuicios con nuestro propio lenguaje corporal?
La psicóloga Allison Skinner y sus colegas observaron a 283 niños de edades entre los 3 y los 5 años de edad, mientras que los pequeños veían un video donde dos personas aparecían hablando. Una de estas personas proyectaba un lenguaje corporal positivo, sonriendo al hablar, empleando un tono de voz cálido y usando gestos amistosos. Seguidamente, los niños vieron a esa misma persona hablando con otra diferente, usando las mismas palabras, pero expresándose en una forma negativa, con un tono de voz frio y proyectando rechazo con su lenguaje corporal.
El tercer paso fue preguntarles a los pequeños que persona les gustaba más. Los científicos determinaron que los niños basaban sus impresiones en el lenguaje corporal, y cuanto más imitaban las emociones desplegadas hacia la persona que veían en el video, era más probable que sus propias actitudes hacia ellos se semejaran a las que veían en pantalla. Skinner indica que hablar con los niños sobre las actitudes de prejuicio o discriminación a las que están expuestos ayuda a que pongan el lenguaje corporal en perspectiva. Se pueden usar frases como “eso no fue muy agradable,” “¿por qué piensas que esto ocurre?” o “¿cómo crees que eso le hace sentir?,” y los padres deben de ayudar a que los niños tengan empatía hacia las personas diferentes a ellos.
Según los expertos, algunos padres evitan hablar con sus hijos sobre la discriminación racial, temiendo enfatizar el problema en vez de mejorarlo. Esto, dicen, es erróneo, ya que si los padres no intervienen cuando presencian un acto de discriminación, sus hijos pensaran que esa es la forma correcta de comportarse.
Los contribuyentes a este reportaje incluyen: Cyndy McGrath, Supervisora Productora; Milvionne Chery, Productora de Campo; Roque Correa, Editor Y Camarografo.
Producido por Child Trends News Service en asocio con Ivanhoe Broadcast News y auspiciado por una beca de la National Science Foundation.