COVENTRY, England. (Ivanhoe Newswire) — Los celos, las peleas, la rivalidad, son una faceta de convivir y crecer con hermanos. Pero en ocasiones esa rivalidad se torna en agresión y puede ser dañina.
Cierta rivalidad entre hermanos no sorprende a los padres, pero ¿cómo determinar cuando la situación se está yendo de las manos? Dieter Wolke, PhD, analizó la información de 14 mil niños recabada durante un periodo de 20 años, que comenzó cuando las madres estaban embarazadas. Wolke determino que, si el niño abusa de sus hermanos en la casa, hay tres veces más de posibilidades de que también acose a sus compañeros de escuela.
El estudio demostró que las víctimas de acoso en la casa tenían el doble de riesgo de caer en estados depresivos, sufrir ansiedad o desarrollar tendencias al auto lesión.
Los bullys tenían el triple de riesgo de sufrir problemas mentales, tan serios como esquizofrenia o bipolaridad. Wolke aconseja que los padres no ignoren el problema, y tomen medidas al primer síntoma de acoso. También recomienda integrar al hermano o hermana mayor en el cuidado del recién nacido, y asegurarse que entienden que cada uno tiene necesidades diferentes pero que papá y mamá tienen tiempo para todos.
El estudio determinó que los primogénitos tenían más tendencia a ser los bullys en la casa. Los expertos indican que esto surge ante una percepción de perdida. Cuando nace un hermano pequeño los padres tienen la mitad del tiempo y la mitad del dinero, y el mayor resiente ese cambio.
Los contribuyentes a este reportaje incluyen: Cyndy McGrath, Supervisora Y Productora de Campo; Dave Harrison, Editor; Kirk Manson, Camarografo.
Producido por Child Trends News Service en asocio con Ivanhoe Broadcast News y auspiciado por una beca de la National Science Foundation.