ORLANDO, Fla. (Ivanhoe Newswire) — Los niños de edad prescolar necesitan dormir mucho. Como promedio, requieren entre 11 y 14 horas de sueño incluyendo una siesta de entre 1 y 3 horas de duración. Y las siestas no solo benefician la salud física y mental de los pequeños, pero su estado emocional.
Para los adultos, la siesta es un lujo. Para los niños pequeños la siesta es una necesidad, algo crucial para un cerebro en desarrollo. Estudios han demostrado que cuando un niño no duerme la siesta, esto puede provocar un comportamiento negativo. Investigadores de la Universidad de Massachusets, Amherst, han determinado que dormir una buena siesta puede ayudar a que los niños pequeños regulen sus emociones.
Durante el estudio se observó el comportamiento de 43 niños pequeños mientras que llevaban a cabo la misma actividad en dos ocasiones diferentes. La primera vez después de dormir la siesta, y la segunda después de habérsela saltado. ¿El resultado? Cuando no durmieron la siesta los niños tuvieron dificultad en controlar sus emociones. Para asegurarse que sus hijos duermen la siesta, los padres deben de fijar un horario, evitar que los pequeños ingieran cafeína, apagar la televisión y los teléfonos celulares. Finalmente, deben de leerles un libro, tal y como hacen, antes de dormir cada noche.
Si su hijo duerme la siesta en la guardería o el colegio, es conveniente que lo hagan a la misma hora en la casa durante los fines de semana, para mantener el mismo ritmo de sueño.
Los contribuyentes a este reportaje incluyen: Cyndy McGrath, Supervisora; Milvionne Chery; Productora de Campo; Roque Correa, Editor.
Producido por Child Trends News Service en asocio con Ivanhoe Broadcast News y auspiciado por una beca de la National Science Foundation.