ORLANDO, Fla. (Ivanhoe Newswire) — Es sabido que los adultos pueden comer en forma compulsiva para lograr un escape emocional. ¿Pero qué pasa cuando un niño come para compensar sus emociones negativas?
Si la comida te anima cuando estas deprimido, estas usándola como escape, para llenar un vacío. Hoy, los investigadores nos dicen que los niños pequeños también pueden caer en la comida emocional. Un estudio realizado en noruega determino que los estudiantes que encontraban un alivio emocional en la comida tenían padres que desde niños los calmaron con alimentos. Y que los padres recurrían la comida como consuelo cuando veían que el estado emocional de los pequeños mejoraba cuando comían.
Cuando los niños comen para sentir alivio, la comida suele ser alta en calorías, algo que puede desembocar en obesidad infantil. Los expertos recomiendan hablar con el pequeño o darle un abrazo antes de recurrir a la comida para consolarlo. Otras formas de calmarlos: hacer ejercicios de respiración, salir a caminar o escuchar música relajante. Cada padre debe de encontrar su método, y evitar que así que sus hijos se coman sus emociones.
Los autores especifican que este estudio fue realizado en noruega entre una población relativamente homogénea y con buen nivel educativo. Esto significa que quizás los resultados no sean aplicables a otras culturas y que se necesitan más estudios.
Los contribuyentes a este reportaje incluyen: Cyndy McGrath, Supervisora Productora; Julie Marks, Productora de Campo; Milvionne Chery, Productora; Roque Correa, Editor.
Producido por Child Trends News Service en asocio con Ivanhoe Broadcast News y auspiciado por una beca de la National Science Foundation.